¡Fórmula de resistencia y musculación, antiobesidad!

Como sabes, la obesidad es una enfermedad caracterizada por la acumulación importante de grasa corporal. Este excedente de stock adiposo forma parte de los factores de riesgo para el desarrollo de diabetes o enfermedades cardiovasculares. una actividad deportiva
combinando resistencia y musculación tiene efectos positivos en la lucha contra la obesidad, favoreciendo una mejor composición corporal y preservando la salud cardiovascular.

Las consecuencias de la obesidad.

El sobrepeso favorece la aparición de muchos problemas de salud. Los riesgos son proporcionales al IMC. Cuanto más alto es, mayor es el riesgo de enfermedades crónicas.
La enfermedad cardiovascular es uno de esos riesgos y puede provocar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. La diabetes también está en la lista. Esta resistencia a la insulina está cada vez más extendida y es responsable de un número creciente de muertes en todo el mundo. La obesidad también puede conducir a la osteoartritis y otros trastornos musculoesqueléticos. También puede promover la aparición de cánceres y, en la etapa de obesidad severa, se produce la aparición de apnea del sueño.

En los adolescentes, la obesidad puede provocar trastornos endocrinos y pubertad precoz. Para mejorar esto, la práctica de un deporte de resistencia y musculación parece dar frutos, incluso mejor que la resistencia sola!

Estudio sobre adolescentes obesos

Un estudio de 2013 analizó el efecto del entrenamiento de fuerza y ​​el entrenamiento de resistencia en comparación con la actividad cardiovascular sola. La observación se centró en los marcadores de salud ósea y los de mecanismos inflamatorios. El estudio duró un año y el número de candidatos adolescentes con obesidad fue de 53. Todos tenían entre 14 y 18 años. De los 53 originales, 42 permanecieron hasta el final del estudio. Fueron divididos en dos grupos.

En el primer grupo, sólo 3 sesiones de 60 minutos de resistencia se realizaron semanalmente. Generalmente, el ejercicio se realizaba en una cinta rodante. La intensidad fue media.

El segundo grupo actuó resistencia de 30 minutossimilar a la del grupo 1 y 30 minutos de entrenamiento de fuerza. Los adolescentes debían practicar una serie de 6 ejercicios cubriendo todos los músculos de su cuerpo. Cada ejercicio constaba de 3 series y cada semana correspondía a cargas diferentes para lograr un máximo de 15 a 20 repeticiones, 10 a 12 repeticiones o 6 a 8 repeticiones.

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Al principio y al final del año de estudio, los adolescentes se sometieron a diversas pruebas para comprobar los cambios que el entrenamiento provocaba en su organismo. Para ello se midió el peso, la talla, el índice de grasa, la densidad ósea y la composición ósea, así como el índice de resistencia a la insulina y los marcadores pro y antiinflamatorios.

Resultados del estudio

En ambos grupos, los entrenamientos dieron resultados positivos en la pérdida de grasa en adolescentes. Sin embargo, Sólo los adolescentes que practicaban entrenamiento con pesas y resistencia ganaron en masa magra y densidad ósea. El entrenamiento de fuerza parece haber permitido, gracias a una solicitación del esqueleto, una conservación de la densidad de los huesos, aunque el peso total de los adolescentes disminuya.

Además, ambos grupos se beneficiaron de una disminución de la resistencia a la insulina.
Pero, solo el grupo que combinó el entrenamiento de fuerza y ​​la resistencia vio aumentar sus marcadores antiinflamatorios, mientras que sus marcadores proinflamatorios disminuyeron. Este fenómeno promueve la construcción ósea mientras protege la masa ósea existente.

Conclusiones

Si bien estudios anteriores han demostrado que un programa de pérdida de peso tiene un impacto negativo en la densidad ósea de las personas obesas, parece que el entrenamiento basado en la resistencia y la actividad adicional de entrenamiento de fuerza pueden tener más beneficios.

La resistencia combinada con el culturismo puede reducir la masa grasa, pero no solo. Este tipo de entrenamiento también permite fortalecer la densidad ósea y
disminuir los marcadores inflamatorios. Este sería, por tanto, el tipo de programa preferido para mantener ciertos parámetros de salud mientras se pierde peso. ¡El culturismo demuestra una vez más su utilidad en el contexto de la salud!

También me parece interesante que las personas obesas parecen tener la capacidad de desarrollar músculo mientras pierden grasa, lo que no es el caso de los practicantes que no tienen sobrepeso y luchan por mantener la integridad muscular con una dieta baja en calorías. Para las personas obesas, practicar el culturismo siguiendo una dieta es, por tanto, una oportunidad perfecta para construir un físico más resistente.

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